Los Murales en Irlanda del Norte son un ejemplo de muralismo de carácter político, convirtiéndose en símbolos históricos que describen esencialmente las divisiones pasadas y presentes de la región. En Belfast la historia se ha plasmado en los muros de las casas y la muralla que separa los barrios de Falls Road (católico) y Shankill Road (protestante).
Historia de Irlanda del Norte en los murales
En Irlanda del Norte, y principalmente motivados por el conflicto armado, conocido como los 'Troubles', se encuentran algunos de los más famosos murales de simbología política. Cada bando tiene los suyos, pero también puedes encontrar pinturas que simbolizan otras luchas internacionales.
Este periodo de la historia comprende el enfrentamiento entre los unionistas de Irlanda del Norte de religión protestante, partidarios de preservar los lazos con el Reino Unido, y por otro lado a los republicanos irlandeses, generalmente de religión católica y demográficamente minoritarios, partidarios de la independencia o bien de la integración de la provincia en la República de Irlanda,(país de religión católica). Un conflicto histórico que provocó la muerte a unas 4.000 personas durante la segunda mitad del siglo XX
Con el tiempo, y tras la finalización del conflicto con el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, los murales se han ido convirtiendo en una atracción turística de Irlanda del Norte. Existen alrededor de 2000 murales en Belfast, algunas de las pintadas más ofensivas fueron borradas recientemente. Evidencias latentes del doloroso pasado de una ciudad que vuelve a disfrutar de una convivencia pacífica y cuyos atractivos la sitúan hoy en día en el top 5 de los destinos imprescindibles del Reino Unido.
Desde temas políticos hasta los héroes locales, estos enérgicos murales son una parte esencial de la historia moderna de Belfast y piezas inherentes de arte público. Las historias que hay detrás de esos murales son tan intrigantes como el propio arte.
Cómo visitar los murales de Belfast
Aunque se puede llegar a pie desde el centro de Belfast, existe la opción de montarse en uno de los numerosos taxis cuyo conductor hace el papel de experimentado guía. Esta alternativa es muy recomendable porque están muy separados unos de otros. Además que ver los murales de la mano de alguien que ha vivido en la zona y que, en cierta manera, recuerda el momento en el que fueron pintados (y el porqué).
Siendo respetuosos, neutrales y observadores podréis ver a cada paso qué zona estáis pisando: la parte republicana y católica con sus verdes, blancos y naranjas, o bien la parte unionista y protestante de blanco y rojo.
Opinión sobre los murales en Belfast
La opinión local está dividida respecto al futuro de estos muros. Mientras que para algunos son una enorme galería de arte al aire libre perfecta para que la gente no olvide, otros creen que se tendrían que derribar para demoler barreras mentales. La decisión, en cualquier caso, les pertenece a los protagonistas de la historia y sus descendientes. Ya han pasado casi 20 años desde el Acuerdo del Viernes Santo que inició el proceso de paz, pero la división persiste.