Las termas romanas de Bath, en Inglaterra, es uno de los lugares de interés más atractivos de la ciudad. En ella se conserva uno de los mejores templos de baños que ver del norte de Europa por el que todavía fluye de forma natural agua caliente, formando las únicas fuentes termales naturales de Inglaterra. Las termas de Bath incluyen un templo romano, la casa de baños y un museo. El precio para visitar las termas puede ser consultado al final de este artículo.
Debido a que las condiciones del agua que recorre estas termas romanas no son óptimas para el baño, los turistas pueden visitar el Thermae Bath Spa, situado en las inmediaciones del templo, donde las aguas están tratadas y permiten el baño.
Historia de las termas romanas de Bath
El enclave de las termas romanas de Bath se remonta a la civilización Celta pues se considera que el primer baño fue construido en el siglo IX a.C. por uno de sus reyes, quien dedicó este lugar al dios celta Sulis.
Más tarde, durante el siglo I a.C. y tras la invasión romana de Britania, los romanos identificaron a ese dios celta con la diosa Minerva. Primero fue construido el templo y durante 300 años el complejo de baños fue tomando forma tras diversas modificaciones. Finalmente, las termas romanas quedaron configuradas con un baño de agua caliente, uno de agua templada y otro de agua fría.
Las termas de Bath pasaron al olvido cuando los romanos abandonaron la isla británica, en el siglo V. El edificio se deterioró, los baños se obstruyeron e incluso el lugar llegó a inundarse.
Posteriormente, ya entrados en el siglo XII, las termas romanas de la ciudad de Bath fueron recuperadas, convertidas en un lugar curativo por el obispo de Bath. En el siglo XVI se construyó una nueva piscina, conocida como el Baño de la Reina.
Arquitectura en las termas romanas de Bath
Sin embargo, los edificios que rodean las termas romanas y que el turista puede hoy disfrutar fueron construidos por el arquitecto John Wood padre e hijo en el siglo XVIII. Los visitantes de entonces bebían las aguas del lugar en el denominado Grand Pump Room, aún hoy los turistas pueden hacerlo. Este salón de entrada a las termas de estilo neoclásico ha sido transformado en un restaurante, siendo otro de los sitios turísticos del enclave.
Ya en la época victoriana -siglo XIX- el complejo de las termas romanas de Bath se expandieron hasta tener la apariencia que presenta hoy. El lugar ha sido considerado patrimonio inglés en el rango primero del ámbito de arquitectura.